Ni menores, ni jóvenes, ni conflictivos, ni locos

Descripción

Deconstrucción del adultocentrismo penal para una teoría específica penal adolescentees un libro necesario … …es un libro inspirador, al unir los debates teóricos (no eslóganes ni lugares comunes) a propuestas concretas, verificadas, construidas a partir de lecturas atentas y de años de práctica profesional…
… un libro inteligente, escrito con gracia y rigurosidad por Germán Martín Aimar, quien ha sabido a lo largo de los años combinar exitosamente la actividad académica con la carrera judicial, para ofrecernos con esta obra un análisis integral de los núcleos problemáticos de la respuesta estatal al delito de las personas menores de dieciocho años de edad. Por ese motivo, más allá de la enorme satisfacción que provoca la aparición de obras científicas originales sobre la respuesta estatal al delito adolescente —en un medio en el que no abundan—, en este caso además la lectura esclarece y esperanza…

…se trata de un trabajo serio de quien conoce muy bien (desde la práctica y desde la teoría) el campo, lo segundo, porque aporta a la construcción de renovadas miradas y respuestas a la cuestión de los adolescentes infractores.
…el derecho penal se construyó adulto céntricamente, por lo cual la primer tarea desde la especialidad/especificidad es mirar críticamente todo lo que venga desde allí, deconstruir todo lo asumido y por otro lado, mas ambicioso, generar una disciplina propia y específica.
Estoy convencido que es más eficiente y sustentable a los fines de gestionar la violencia y reducir los daños que ocasiona el delito adolescente en víctimas –y en victimarios- el mantener la llama encendida del humanitarismo y la innovación, y hasta conservo la esperanza, que así, además, se pueda influir al gris y desmotivado derecho penal de adultos.
…resulta atractivo pensar la posibilidad de corresponsabilidad en el ámbito penal adolescente, en tanto, tratarse de una confrontación y una interpelación directa al derecho penal de adultos y a su base fundante de responsabilidad individual